Resumen:
La Fuerza Aérea del Perú controla, vigila y defiende el espacio aéreo del país, la
Comisión Nacional para el Desarrollo coordina y ejecuta las acciones de prevención contra
el consumo de drogas y la Policía Nacional del Perú persigue el delito de narcotráfico; no
obstante, existe un puente aéreo de vuelos del narcotráfico que ingresan y salen de nuestro
territorio. Para ello, el Estado cuenta la Estrategia Nacional de Lucha Contra las Drogas y
uno de sus ejes estratégicos es la “Reducción de la Oferta”. Esto incluye la interdicción de
rutas aéreas del Tráfico Ilícito de Drogas (TID) a través del control de estas mediante radares,
que pueden estar basados o desplegados tanto en tierra como en una aeronave en vuelo,
siendo la principal diferencia entre ellos que la eficacia del radar basado en tierra se ve
afectada por las montañas o geografía del terreno, en las cuales se pueden ocultar las
aeronaves dedicadas al TID; sin embargo, actualmente la cobertura radárica del espacio
aéreo nacional solo es de 10%, a pesar de que la FAP ha formulado dos Proyectos de
Inversión Pública (PIP’s) para la adquisición de radares, pero no ha sido dotada con
presupuesto para ello.
La presente investigación busca analizar cómo influye el empleo de radares en la
interdicción del TID en la ADIZ desde el año 2015 hasta el año 2017, tanto de radares
desplegados en tierra como de radares aerotransportados y en la interdicción en vuelo y
superficie de aeronaves dedicadas al TID. Para ello se realizó el análisis de más de mil
(1,000) documentos y registros de los diferentes organismos del Estado involucrados en la lucha contra el TID, esperando que al conocer dicha influencia coadyuve a la toma de
decisión para ejecutar las adquisiciones de radares correspondientes a los PIP mencionados y así lograr una mayor eficacia en la interdicción del TID.